La Real Audiencia englobaba hasta el año 1494 a todos los reinos de la Corona de Aragón, pero a partir de esa fecha pasó a ser la Audiencia Territorial de Barcelona. Es por eso por lo que solo los primeros años son relevantes para el Reino de Aragón. Pedro IV estableció la audiencia real en el seno de la Cancillería, pero con un carácter particular. Se trataba de un tribunal único, desdoblado en varios tribunales, a razón de cada uno de los reinos asociados bajo los monarcas aragoneses. La estructura definitiva de estas audiencias se gestó en los primeros años de la época moderna.
Esta sección consta de tres series: Fondos Antiguos, Fondos Modernos y Audiencia Política, aunque el interés para la historia de Aragón no es muy relevante. Únicamente los llamados Fondos antiguos contienen pergaminos con títulos expedidos con las universidades del Reino de Aragón.